Sostiene el paso del tiempo
El río Tajo vestido con lo imprescindible a su paso por Lisboa. Mirador de Alfama. Junio de 2005. / Hans G.
‘Sostiene Pereira’, de Antonio Tabucchi. Revisito la novela. Vuelvo a ver la película. Quizá de las pocas cosas que no hayan cambiado después de 6 años. Me sigue encandilando ese viejo periodista del Lisboa amante de las omelettes a las finas hierbas y de la limonada rebosante de azúcar. Ese idealista que permitió que se impusiera un nuevo yo hegemónico en su confederación de almas sobre la nostalgia de una vida pasada; que lo arriesgó todo por unos valores cuya vigencia sigue intacta. Antes se enfrentaban con la (auto)censura. Hoy lo hacen con el desentendimiento moral.
Casi todo ha cambiado ya. Conozco Lisboa, la ciudad más linda de toda la Península Ibérica. Y el libro de Anagrama se me descoyunta entre las manos. El señor Herralde debería cuidar más el pegamento que emplea para encuadernar sus libros. Así las arrugas no se marcarían tanto alrededor de mis ojos.
‘Sostiene Pereira’, de Antonio Tabucchi. Revisito la novela. Vuelvo a ver la película. Quizá de las pocas cosas que no hayan cambiado después de 6 años. Me sigue encandilando ese viejo periodista del Lisboa amante de las omelettes a las finas hierbas y de la limonada rebosante de azúcar. Ese idealista que permitió que se impusiera un nuevo yo hegemónico en su confederación de almas sobre la nostalgia de una vida pasada; que lo arriesgó todo por unos valores cuya vigencia sigue intacta. Antes se enfrentaban con la (auto)censura. Hoy lo hacen con el desentendimiento moral.
Casi todo ha cambiado ya. Conozco Lisboa, la ciudad más linda de toda la Península Ibérica. Y el libro de Anagrama se me descoyunta entre las manos. El señor Herralde debería cuidar más el pegamento que emplea para encuadernar sus libros. Así las arrugas no se marcarían tanto alrededor de mis ojos.
4 Comments:
El señor Herralde debería publicarnos unos libros de memoria, con o sin pegamento, y retirarnos de la oficina. Digo.
Emiliuken
El señor Herralde debería publicarnos unos libros de memoria, con o sin pegamento, y retirarnos de la oficina. Digo.
Emiliuken
Por eso ha publicado sus Opiniones Mohicanas en El Acantilado, haciendo honor a ese dicho castellano "en casa del herrero cuchillo de oro"...
que maravilla de foto!!! coincido contigo y sin que sirva de precedente, señor Granda, Lisboa es una ciudad maravillosa que bien merece parar por unos segundos nuestro ritmo descontrolado de vida para poder disfrutar de su belleza.
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